hace dos años participé en una jornada de predicción de posibles negocios dirigida por el profesor J. Norvell. el brainstorming formaba parte de una clase maravillosamente decepcionante llamada Life Online y en ella se nos dividió en varios grupos para que analizáramos diferentes necesidades -reales o potenciales- de la sociedad para crear productos interesantes. la mayor parte de las propuestas eran cosas sencillas, como una red social para propietári@s de mascotas, con páginas fijas de consejos, lugares interesantes, tiendas online…
pero uno de los grupos propuso un servicio para ayudar a encontrar aparcamiento en las grandes ciudades californianas usando un sistema de GPS y una red de sensores anclados a los edificios… entre toda la clase descartamos la idea porque resultaría muy dificil -o muy caro- convencer a quienes dirigen la ciudad para que nos dejasen «clavar» sensores cada diez metros.
pues bien, vía Edans llego a una noticia del New York Times en que explican cómo una empresa está llevando a cabo algo tremendamente parecido, aunque ponen los sensores en el suelo y no en los edificios. debo decir que algo así sólo podían hacerlo las buenas gentes de San Francisco -qué recuerdos de su sistema de wireless por toda la ciudad…-
así que la idea, que no supimos ver porque nos parecía inalcanzable, ahora es una solución perfecta para las congestionadas arterias de La Bahía… imagínate si nos lo hubiéramos tomado en serio.