"inteligencia" artificial y twitter: el ataque de los robots que simulan personalidad


14412196_6df76d4f85_m.jpghace poco, viendo un capítulo de una serie norteamericana, un personaje decía algo como «los antropólogos investigando tribus perdidas en el sur de África nunca hubieran pensado que sus teorías se podrían aplicar a la forma en que millones de personas se relacionarían años después en Facebook«. y lo cierto es que la creación de comunidades en internet, sean del tipo que sean, se ha convertido en objeto de estudio de diferentes ciencias, por aquello de que los miembros pueden ser rastreados con relativa comodidad.

dado el increíblemente rápido desarrollo de las redes sociales y de las herramientas que de ellas surgen, casi cada día descubrimos nuevas tendencias en las relaciones de quienes usan participan en estas redes; por ejemplo el valor afectivo que le damos a la palabra «amigo» en facebook o cómo se usa myspace para cazar tendencias musicales.

desde hace unos días, estando un poco pendiente de lo que pasa en twitter, se pudo ver que uno de los «usuarios avanzados», early adapters, etc… Loic Le Mur había perdido el control de sus herramientas de comunicación en esas redes por culpa de jugar demasiado bien en la web 2.0: como él mismo explica aquí, a modo de gesto de amabilidad hacia quienes le seguían en twitter se propuso seguir a sus seguidores, es decir, usar un programa -uno de los llamados robots o bots – que automáticamente le hiciera seguidor de los twitts de toda esa gente y dedicar un poco tiempo de vez en cuando a ver qué decían. el problema está en que algunas de esas personas también usaban sus propios bots para agradecer el ser seguidos… así que al final se creó una ola de mensajes, seguidores, respuestas y acciones automáticas que hicieron de twitter un servicio inutilizable para el señor Le Meur… cuya conversación murió de puro éxito.

en facebook le pasó algo parecido, tanto «friend» y tanta noticia de posible interés hizo que su página se convirtiera en un caos de desinformación en el que él no podía encontrar casi nada relacionado con la gente que de verdad quería escuchar.

me hace mucha gracia que pasen este tipo de cosas, sobre todo porque si se piensa en ellas a gran escala dan un poco de miedo: estamos usando herramientas que nos permiten comunicarnos mejor y llegar a aquellas personas que pueden decirnos o a las que podemos decir algo interesante, pero como queremos usar esas herramientas como medios de auto-promoción necesitamos fingir interacción con mucha gente a la vez, con más de la que realmente podemos manejar, así que dejamos esa parte en mano de programas de ordenador que no distinguen entre situaciones y al final imposibilitan el auténtico objetivo del sistema.

personalmente encuentro el tema de agregar a quien te agrega un poco falso y no cuadra con mi forma de entender twitter, pero bueno, quizá por eso mi red de contactos sea de unas 20 personas y las de Le Meur 22000, para él ya no se trata de comunicación sino de algo más.

no puedo terminar este post sin decir que resulta muy irónico que una de las 25 personas más influyentes en la red -según Business Week- tenga que cerrar y cambiar todas sus cuentas porque sufre el ataque de los bots que él mismo decidió usar para simular una mayor presencia… e influencia.


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