historias de comienzos


personalmente prefiero las de regresos, pero ésta me gusta bastante.

se llama Sean Platt y es un tipo. casado y con dos hijos, chico y chica. por la foto de su blog es el típico vecino con el que te cruzas cada día e intercambias un mecánico saludo y nada más. pero Sean tiene algo interesante que le hace destacar sobre la masa de caras anónimas de la blogosfera: tiene una especie de ilusión naïve que comunica en su blog desde hace cuatro meses. no sé cuánto tardará en perder esa frescura pero me alegraré mientras dure.

Sean habla sobre su vida como cuidador de guardería y como escritor en apuros, lo que me gusta bastante. habla de cosas cotidianas y las mezcla con las rutinas e quien quiere vender sus creaciones y sólo consigue arañar la superficie de lo que se propone. pero más aún, Sean cuenta lo difícil que es dar un salto al vacío e intentar tomar las riendas de tu vida por encima de las presiones de tener el futuro asegurado.

no digo que sea una buena idea tirarlo todo por la borda solo porque tienes un sueño -sobre todo si tu sueño es estúpido en caso de duda sobre tu propia estulticia pregunta a tus amistades, puede que te den una pista sobre el asunto-. pero a veces merece la pena atreverse a desbrozar poco a poco la maleza de tu propio camino.

hay que tener valor, eso está claro.

puede que no sea el blog más inteligente con el que me he topado en los últimos tiempos pero es una lectura que resulta interesante y cuyo final -publicar en serio, dedicarse por completo a escribir…- resulta aún incierto. aunque tal  como están las cosas…


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