no sé cómo sintetizarlo de una manera más clara.
seguimos teniendo miedo a hablar de ello, las heridas no están cerradas… hay muchos fascistas vivos. esas son las razones que se me ocurren para explicar por qué aún no se ha criticado oficialmente el franquismo. ni siquiera la Ley de la Memoria Histórica hace mención a la intrínseca nocividad de ese periodo, no sólo por la privación de libertades democráticas, sino también por la naturaleza perversa de la ideología que la respaldó.
hace un par de días estaba hablando con un trabajador social alemán que me contó su vivencia de los años setenta y ochenta como el despertar de toda una generación que quiso sobreponerse al pasado nazi estudiando y entendiendo todo lo que pasó en aquellos pocos años. el hombre me contaba cómo se había sentido la necesidad de saber, y cómo a pocos se les ocurría defender el nazismo.
claro, pensaba yo, ante una atrocidad tal. ante una matanza de tal calibre… pero no se trataba sólo de eso, me explicó; se trataba de asumir como un error nacional el haber caído en una trampa disfrazada de democracia -Hitler subió al poder por las urnas- y que muchas personas miraran para otro lado cuando Alemania se convirtió en un estado fascista y militarizado. lo decía todo como si en parte fuera un asunto propio. «Mi familia estaba contenta con los nazis», me contó. claro, gente obrera que de repente tuvo mucho más trabajo que nunca. el no meterse en política, que también diría Franco. pero el final violento de la guerra puso las cosas muy claras, «aquello no estaba bien y había que hablar de ello», algo así me dijo. hablar antes que tomar medidas. eso es lo que me parece importante.
en España no hemos hablado aún. se estudia en la escuela pero nadie les dice a las nuevas generaciones algo tan sencillo como «Eso estuvo mal». porque el discurso público es que hay que respetar el pacto de silencio y que hubo víctimas en los dos bandos. como si las víctimas sólo fueran los muertos -y aún así… vamos… el bando nacional «puntúa» más alto- y no por los millones de españolas y españoles que perdieron su derecho a tener una vida en libertad. tenemos una nueva ley para investigar lo que pasó, pero no hay un debate público. como en tantas otras cosas, existe un desincronización fatal -término de Eduardo Zotes- entre política y ciudadanía
debemos hablar de la guerra civil y decir que fue un trágico suceso en nuestra historia. decir que los dos -¿fueron solo dos?- bandos asesinaron y deben ser enjuiciados históricamente por ello, claro que sí. pero también debemos estudiar la dictadura franquista como lo que fue: uno de los peores, si no el peor, momento de la historia de España, que ha causado y sigue causando problemas políticos e identitarios en quienes hemos nacido en cualquier parte de España.
¿cuándo empezaremos a hablar de eso?. ¿cuándo dejaremos a un lado esa política del «respeto» a quienes defienden a un Dictador?, ¿no es sencillo comprender que cualquier militar/político/lo-que-sea que anula las libertades de su pueblo debe ser juzgado por cometer crímenes contra su propio pueblo?
¿qué es lo que pasa en mi querido país, cuando hay un partido político que quiere homenajear a los militares golpistas?. Me da igual que se trate de soldados rifeños o peninsulares. entiendo las diferentes jerarquías de poder en que esos hombres se vieron inmersos. vale. también creo que es injusto que, mientras otros militares reciben pensiones y prestaciones sociales por su carrera militar, muchos de aquellos soldados se quedaron en la orilla cuando España abandonó las colonias africanas -bueno, excepto Ceuta, Melilla y las Islas Canarias, por aquello de que llevaban tiempo en siendo parte de la casa-. puedo entender el juego de causas y efectos que puso a mucha gente a luchar y morir en una guerra fratricida… pero no me parece peligroso que se reivindiquen sus derechos como soldados golpistas y más que se haga desde la postura de un partido que aún no ha condenado la dictadura como tal y el franquismo como ideología.
después de 33 años de Silencio, ¿no deberíamos empezar a hablar?