«el mio ganó / el mio perdió»
«oh, no. mi candidato no ha salido»
«¿eso va a ser mi representante?»
«¿quién puede haberle votado?»
no me puedo creer todo el revuelo que se está creando por la elección de quien irá a Eurovisión representando a España.
personalmente, el capullo ese [el personaje] no me gusta ni poco ni mucho ni nada. su canción es sexista, y usa muchos conceptos barnizados de racismo «graciosete» -«mi mulata con las bragas en la mano»- que no tiene puta gracia. bueno, si tienes aún 9 años… entonces quizá represente un tabú (pero como era una votación sin mínimo de edad, a lo mejor los niños y niñas de España se han desgastado los dedos de votar, quién sabe).
hoy, mientras iba a votar a las otras elecciones, las que te piden el dni y te plantean el problema papirofléxico de meter la papeleta en el sobre, escuchaba en la radio los comentarios indignados de un par de tertulianos y una tertuliana, los tres titulados por la misma escuela de fracaso intelectual, me temo. hablaban sobre cómo se ha devaluado la imagen que damos de nuestro país y cómo hacer una broma es ahora más importante que ofrecer un buen espectáculo lírico. me sorprendió que la locutora no preguntase en ningún momento si alguno había votado. porque ese es el tema.
el sistema de elección ha pasado este año de las manos de unos pocos a las de -potencialmente- toda aquella persona que quisiera votar -incluso se podía votar desde otros países, creo… a lo mejor fueron nuestros rivales quienes le votaron para sabotearnos. peones negros, aquí tenéis otra conspiración-.
el problema con esta democratización llevada a internet es que no todo el mundo sabía dónde encontrar las papeletas. muchos ni siquiera saben -por edad, medios o interés- cómo usar la papeleta. posiblemente quienes votaron fueron las únicas personas que saben que no hay papeleta -de igual manera que no hay cuchara, porque no ya no hace falta que la haya-.
así que si no sabes cómo votar online -por internet, sms o como sea- pues no votas. te quedas fuera. llámalo brecha digital o estar en otra onda. el tema es el mismo. y por eso el tipo que nos va a representar lo hace de manera democrática pero injusta. si es que te importa. a mi no.
pero hoy es un día para hablar de prácticas democráticas de representación nacional y me pareció una buena manera de empezar el tema.
pd. y quien votó la canción sabe más sobre su contenido de lo que casi cualquiera de nosotros sabemos o sabremos sobre el programa político de ninguno de los candidatos (1), (2) y (3) a gobernar e país. y eso también es una brecha. y una vergüenza.
4 respuestas a “elecciones, votaciones… show must go on”
El lobby freak está tomando el festival de Eurovisión en muchos países europeos. Suscribo casi todo lo que dices, pero creo que ni el sexismo ni ese «racismo graciosete» son más que la consecuencia del material que se parodia, y la encomiable consecuencia de no ser siempre correcto. Lo digo, porque si bien la letra es insulsa, yo me he reído de bromas mucho más comprometidas en ese sentido. De alguna forma es un humor mal ejecutado, pero no mal planteado, a no ser que sigamos los rigorismos de un respeto hipócrita y aburrido que supone que uno sólo puede reírse de sí mismo.
Y, desde luego, no es el mejor personaje de humor que yo haya visto, pero es un humor honesto y accesible. Toda una sensibilidad pudo romper los cánones de elección mediante su anónimo acto de votación.
A lo mejor es un ejemplo. Yo, por mi parte, prefiero el voto freak al voto útil. El primero me parece más aplaudible que el segundo. Aunque suponga perder… Eurovisión.
he estado pensando en la canción y la he escuchado otra vez.
que no se diga que no reconozco mis errores. tienes razón, el humor es legítima parodia… lo que pasa es que no me gusta y para justificar mi opinión me agarré al clavo de lo políticamente correcto -que en este caso no se corresponde con lo «correcto», si es que eso existe-.
quede dicho 🙂
No sé que pensar…. A veces creo que esto de la democracia no es una buena idea. Deja al pueblo votar, y tal y como tenga el día, le apetecerá algo autodestructivo, amparándolo bajo excusas de «novedad», «freak», «contrasistema», etc….
Veamos…¿Cuánta gente de la que ha votado, de verdad le importaba eurovisión? Si no le importaba, menuda gracia tratar de reventarlo mandándolo al carajo… y si le importaba….menuda rabieta se han pillado… Claro que todo lo amparamos con excusas de «ahora el lobby friki ha tomado eurovisión», «hay que romper moldes», «es una parodia», «es humor», etc….
A veces creo que nos dan venadas de mandarlo todo a la mierda, y hala, reventemos lo que se nos ponga por delante. Dejemos al vulgo el botón de votar, y veremos como nos instalamos en lo decandente hasta que vomitemos saciados pan y circo.
Ahora viene lo peor de todo: yo, como Diógenes, disfruto sentado en mi barril deseando que Atenas se vaya a la mierda, que estallen guerras en el mundo, y que acabe la civilización occidental en llamas; porque después de todo, también me apetece mandarlo todo al infierno a ratos…. qué lástima de sentido de la conservación más malgastado…y como soy peor que todos ellos juntos, pues callo y miro como los pobres atenienses tratan de defender su ciudad; con el conveniente cuidado de ser políticamente correcto y no exponer estas ideas en alto.
Se trata de que Eurovisión les importa a los que votaron, pero precisamente por la persona a la que votaron.Las impresiones aristocráticas de lo autodestructivo que es el vulgo para mí son incomprensibles. El pueblo, si lo entedemos como la masa agregada que vota, no se ampara en ninguna excusa, sino que elige libremente para su disfrute; pan y circo si hace falta, pero no votan a motor y deporte para el congreso, ni a chikilicuatre para presidente. Pensemos en cuáles son los datos de audencia de las galas de elección para eurovisión .El último gran movimiento popular de apoyo fue a través de Operación Triunfo. Muchos de los que votaron entonces no habían prestado atención a Eurovisión en años. ¿Qué los hace más legítimos?¿O más sabios?
No deberíamos entender la democracia como una acción de individuos sin suficiente preparación o sentido común. Porque al votar todos estamos sujetos a relaciones tensionales que determinan el juego democrático, tanto como nuestra propia acción aislada está sujeta a esa misma democracia. El voto no es el producto de un individuo desvinculado. Ni siquiera cuando se trata del chiki chiki y Eurovisión. Mejor es preguntarse qué clase de asociación social ha dado como producto esa elección.
Y, por cierto, Diógenes hubiese recibido con la misma actitud las preparaciones para la guerra de Atenas y la elección eurovisiva de chikilicuatre. Porque sus humoremas van a pie cambiado respecto a la masa votante.