el círculo vicioso de las infraestructuras y las necesidades


está claro, si no tienes la posibilidad de hacer algo, es bastante posible que te amoldes y lo hagas de otra manera. o que, en muchos casos, no lo hagas.

ejemplo: cuando no teníamos móviles, y yo aún ni teléfono en casa (!) un buen amigo se caminaba los 10 minutos que hay desde su casa a la mía para decirme algo… ahora nos llamamos. aunque también es verdad que cuando lo tuvimos, si te olvidabas de llamar ya estaba, nada de caminar. pero esa no es la cuestión.

si tienes los recursos necesarios para hacer algo es más fácil que lo hagas y que se convierta en una necesidad -y volvemos al móvil, pero podemos hablar también del microondas- y eso funciona también con las instalaciones de las que dispones para hacer algo. por ejemplo las bibliotecas.

en mi universidad, en Oviedo, las bibliotecas cierran a las nueve de la noche. eso quiere decir que se saca a la gente a las 8:45 y ya está. a casita o al bar, que aún es temprano.

pero en otras universidades de España sé que se mantienen mucho más tiempo abiertas y ya fuera del paraíso patrio, se de alguna -por ejemplo la de Pomona- que habría desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la madrugada, o así. que es lo que te permite eso: pues que te quedes hasta tarde rodeado de libros que necesitas consultar pero no te puedes llevar a casa, que estés en un ambiente silencioso y sin distracciones -¿te suena lo de, voy a ver que ponen por la tele…?- y que puedas separar un poco el área de trabajo del área de descanso.

estos días, en Utrecht, sobrevivo en cuanto a las comunicaciones gracias a que las bibliotecas universitaria abre por semana hasta las 22:30 y los fines hasta las 18:00. nunca, ni si quiera en el último año de carrera, aunque sí para sacar el carnet de conducir, había trabajado tanto y había estado tan centrado en una cosa. a pesar de que mientras escribo aquí tengo el twitter abierto y el mail y todas esas cosas que son desaconsejables… pero claro, como me paso siete horas dándole al tema -nada que ver con el post de ayer- y el lugar invita, pues en poco tiempo -pocos días- se saca adelante una cantidad de trabajo… ¡qué ya la quisiera yo para cuando me ponga con la tesis de verdad!

si no pudiera estar en la biblioteca hasta estas horas, posiblemente pagaría una hora al día de internet para ver los correos y revisar algunas dudas que tuviera y ya está, el resto del tiempo en casa, trabajando al ritmo… de casa.

así que quiero desde aquí dar gracias a las circunstancias materiales -ya los rusos que rompen piernas-


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