no hace demasiado pude ver cómo una mujer que diría un centro educativo de mediana envergadura convertía su propia vida en un infierno por no saber repartir su carga laboral. pasó de ser una mujer alegre a convertirse en una sombra oscura de sí misma y llevó parte de su nerviosismo a las vidas de todas las personas. se hizo daño a sí misma y a los demás.
cuando llega el momento hay que saber apartarse un poco para ser capaces de seguir haciendo lo que queremos hacer, para tener las fuerzas necesarias.
con las amistades pasa lo mismo. tú no puedes hacerlo todo, hay que entender que las labores de la amistad deben estar repartidas… porque no es posible hacer de cada amig@ tu «mejor amig@». no puedes dedicarte a todo el mundo con todas tus fuerzas porque, antes o después te cansarás y te convertirás en esa mujer de la que o hablaba antes: alguien no tan alegre, no tan inspiradora y no tan buena en lo que haces -sea trabajar o cuidar amistades- como lo eras antes.
todo eso se solucionaría si pudiéramos encontrar el equilibrio entre lo que damos y lo que recibimos. para eso necesitamos «dejar» que nuestras amistades encuentren la manera de hacer aquellas labores que nos «extenúan». no es necesario ser siempre un amigo al 200%. hay que delegar.
Una respuesta a “delegar es necesario”
Hay que no querer tener el control de todo, hay que saber confiar; primero, en uno mismo, después en los demás.
Sí, hay que delegar, porque ningún mundo es asequible a un solo pensamiento.