… pero ese no es el tema
caminas por una ciudad que no es la tuya. encuentras esquinas que merecen ser dobladas y pasos que sabes debes dar. pero no es tu ciudad. no encaja como debería.
en otras no pasa eso. llegas y te sientes allí, quizá tengas que volver a aprender los recorridos, pero eso es todo.
camino sobre adoquines gastados. respiro un aire de perfumes fríos junto a tranquilos canales. esos son mis paseos por Utrecht.
hay casas con mujeres casi desnudas en las ventanas. hay hombres que salen de los coffeshops con los bolsos llenos de conos de alegría. hay buenos precios en la comida si no te importa que tu marca sea blanca.
no hay piedad.
la burocracia se mueve por Utrecht como una reina por las cocinas de palacio. se siente superior y nadie piensa siquiera en hacerle frente. los alemanes son unos desorganizados, ahora lo tengo claro.
leo poemas de amigos lejanos y siento la necesidad de tomarme una cerveza en el bar de mi calle, una de mis calles, la calle en que crecí. de preguntar, por qué? por qué? por qué?
me falta el hilo de plata y unoscerosunosceros que me saca del espacio cuando estoy en sitios en que no están otras personas que quiero.
entro en salones con frescos en las paredes y hablo sobre cosas que apenas entiendo. me dicen que bien. digo que el esencialismo y me responden «tranquilo, cruzaremos ese puente cuando lleguemos al río». y una mierda. no hay puente como no hay cuchara. casi nadie sabe nadar en la academia. y menos sin guardar la ropa como quiero hacer yo.
qué se le va a hacer. lo dicen los Red Hot: «The more I see… the less I know». qué puedo hacer yo.
me desangro económicamente y busco soluciones que no buscaba desde hace tiempo. la tranquilidad me ha vuelto blando y confiado. hay que volver a cazar incautas gacelas. hay que volver a escribir anuncios, volver a llamar a las empresas y decirles que el español… los negocios… mis honorarios.
mezclar Califas con Europa. mentalidad de guepardo sin más garras que las de la apariencia y unas pocas destrezas guardadas bajo las patas almohadilladas. es lo que tiene jugar en ligas superiores. que los árbitros no te pasan una.
pero también hay buena cerveza belga y buenas conversaciones en mil lenguas. y la sensación de volver a estar en un lugar de fractura, en otro sitio casi tan bueno como otro sitio en el que he estado.
me llegan mails desde lejos, me invitan a volver al pasado y marcharme a Grecia para continuar una conversación que lleva muerta un par de años… «hasta donde alcanza la vista…»
muchas cosas y poco tiempo para contarlas. por eso esto. por eso garabatear poemas en cuadernos sobrepreciados. las ventanas de mi cuarto dan a paredes oscuras y cielos aún más grises. pero da igual, a veces no puedo verlas por la maraña de letras que esquematizan mil ideas en color azul. «nada genuinamente original a la idea del juego…???sí, pero WTF». pero claro que esa es mi forma de acercarme alas cosas. de recordar las cosas. de contarme las cosas para cuando las olvide.
el falso hermano de Aberl en la iglesia de la reconciliación, en Berlín. he estado allí y me hubiera encantado estar allí.
leo a Auster, leo a Haraway, leo a Martin y a Harding. todo se mezcla en mi cabeza. unos se meten con otras. y viceversa.
una buena historia vale más que la Historia, qué quieres que te cuente…
… que no te esté contando ya
3 respuestas a “pasos y pesos (porros sin besos?)”
Ya veo. Y cuanto más veo… menos sé, claro, porque hasta nos han robado muchos unoscerosunosceros, esos que representan la enojosa tarea de hacer discontinuo lo continuo (de poner en términos de conectado/no conectado lo que es una conexión emocional analógica y constante).
Se necesitan bares de barrio y preguntas, y también lugares de fractura y Europas y Califas y Oviedos y Cundos y nosotros y… qué voy a decir yo…
si ya lo has dicho todo.
Oh si, han vuelto los viejos tiempos de ¿cómo está Nacho? «No tengo ni idea»
-«pero…eso que dice es bueno?»
– «Ah…»
Venga, si nos dejas tu dirección podemos retomar la escritura epistolar que no precisa de ceros ni unos…
todo sigue por Utrecht. a veces mejor, a veces peor. pero me apetecía decirlo a mi manera. la ciudad es hermosa.
y Amsterdam… de eso hablaré cuando me recupere -llevo 2 días pateándomela-
cartas. sí. buena idea.