obras de ingeniería para re-formar el cuerpo femenino


defensive+lungese supone que las mujeres Holandesas son unas de las más «liberadas» del mundo, aunque no tengo muy claro qué quiere decir eso y el reciente estudio del FEM les pone por debajo de España en igualdad, sin embargo desde que estoy en el país me he dado cuenta de una cosa bastante extraña, y es que a pesar de que todo el mundo va en bicicleta por las calles, aunque llueva, haga mucho frío, sople el viento y, a menudo, todo a la vez… las chicas van con minifalda y tacones. increíble. hablando del tema con un par de compañeras de diferentes continentes, comparando un poco «a bulto» el tema de los tacones y las faldas, resulta que ninguna de ellas había visto nunca tanta concentración de ambas. y yo tampoco, a no ser algunos clubs de LA en fin de semana, pero aquí es constante. las chicas van a clase con tacones de aguja, caminando con pericia entre los adoquines del casco viejo.

por eso, por la ubicua presencia de prendas de vestir que en el contexto español yo leía como servidumbres de la moda, levo unos días pensando en qué hace diferentes las prendas de chico de las de chica, aquí en Utrecht, en España, en Alemania, en EEUU… en cualquier parte de occidente casi.

nosotros tenemos pantalones, camisas, camisetas, abrigos… podríamos decir algo sobre el cambio de moda que se dio entre los 80 y los 90, cuando pasamos del «calzoncillo slip» al gallumbo boxer o similar, que supone una diferencia entre llevar más o menos muslo cubierto y más o menos sujeción en el pene. seguro que se pueden decir muchas cosas sobre eso… pero no tan fácil como de las mujeres.

pensemos en e tema de la falda… es una prenda que está pensada para hacer fácil el acceso a los genitales… y no se explica cómo puede ser prenda común en lugares en los que hay temperaturas cercanas a los 0º -ie. ayer noche mi termómetro marcaba 4º ya había muchísimas chicas en mini por la calle-. mientras yo voy envuelto en mi abrigo polar, las chicas van con sus correspondientes prendas de abrigo exterior -bufandas, guantes, gorros, abrigos…- pero con falda y medias. eso es aguante, por un lado, y algo muy raro, por otro.

la falda, hoy en día, tiene como misión descubrir las piernas de las mujeres -salvo en casos como en Escocia, que también descubren las de los hombres que se creen esa mentira romántica que es el kilt-. y no mucho más, orque no facilita el caminar -en muchos casos lo dificulta- y no protege especialmente de ningún elemento externo. es un sinsentido desde el punto de vista práctico. per ahí está, aupada a requisito de belleza femenina.

otra cosa son los zapatos… sabemos que el tacón elevado sólo sirve para realzar los glúteos, y que es una mala idea desde el punto de vista ergonómico, básicamente porque genera una tensión en el tobillo y menisco que puede terminar – y termina a menudo- en pequeñas lesiones a las que no se les presta demasiado atención. y sin embargo es uno de los objetos más fetichizados del vestuario femenino.

el sujetador… una prenda engañosa que sirve para más de lo que promete: no sólo sujeta -lo que puede no estar mal, porque algunos estudios, no me preguntes de quién, demuestran que el llevar el pecho suelto puede ocasionar lesiones musculares…- sino que ahora casi todos traen algún sistema de moldeo, ya en la forma de almohadillas que redondean la forma del seno o como auténticas obras de ingeniería que juntan, elevan, realzan, matizan…  etc. y aunque algunos no son del todo incómodos, dicen mis fuentes, todos son un requisito en el 99% de las apariciones públicas, y su ausencia se lee de maneras bastante concretas y muchas veces erotizadas.

de las bragas, como de los calzoncillos, no voy a decir nada, pero sí podemos hablar del tanga… de esa prenda que ya no podemos llamar nueva porque lleva, en España, más de diez años afianzándose. ¿es más cómodo el tanga -¿la tanga?- la braga?. aquí hay opiniones dispares, pero de todas maneras la función de la prenda también está clara, enmarcar los glúteos, y el hecho de que hoy por hoy sea casi en exclusiva una prenda femenina da qué pensar.

estos ejemplos, sobre los que ya se ha dicho mucho y sobre los que yo solo apunto cuatro cosas, nos muestran como el cuerpo de la mujer está mediado en su relación con el exterior, sospecho que porque sigue siendo visto como un objeto de deseo al servicio de la mirada masculinizada. pensemos en todas las obras de ingeniería a las que se somete el cuerpo de las mujeres -generalizo- antes de salir a la calle y comparémoslo con el de los hombres: algunos usan quizá un tipo de boxer porque realzan el tamaño de los genitales y claro que algunos usan productos de cosmética para hidratar, cerrar poros… pero no más que las mujeres. se usa gel para el pelo, quizá perfume o colonia y ya está, poco más. y desde luego la media un poco menos.

las mujeres se someten a diario a estas alteraciones que son tan comunes que ya ni se piensa en ellas porque se asumen como necesarias o tradicionales -¿hablamos de la depilación, el maquillaje constante, las diferentes clase de cirugía plástica o la perforación de las orejas?- pero que resultan extrañas si se dan en un varón heterosexual. porque la cuestión de género aquí entra en barrena.

¿qué es lo que hace que el cuerpo de los hombres no tenga que cambiar demasiado pero el de las mujeres deba ser re-formado?

miro a mi alrededor y veo un país en que las mujeres se muestran asertivas en el trato con los chicos, que tienen una larga tradición en discursos feministas -no ya de género en abstracto-  sin embargo cada noche, al salir de mi sala de estudio veo a chicas vestidas con lo que yo leo como ropa para resaltar el cuerpo a pesar del cuerpo… y a chicos enfundados en largos abrigos nórdicos.

me parece raro. espero que a quien lea esto le resulte interesante.

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2 respuestas a “obras de ingeniería para re-formar el cuerpo femenino”

  1. A hacer el camino de Santiago las ponía yo… y nos ponía (entiéndase «nos» por varones); lo digo porque hay ámbitos que hacen el vestir homogéneo. Pero claro son alienígenas, y en el fondo no cambian la raíz del problema.

    Yo llevo calzoncillo tipo slip, de algodón… ropa interior de confianza, yo soy así.

  2. es verdad que hay circunstancias que igualan el vestir, y eso también merece ser estudiado -seguro que alguien lo hace- porque la homogenización es un proceso interesante… y claramente alienígena, sí.

    está bien lo de ropa interior de confianza 🙂

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