mi televisión ha muerto… y no [me] importa


ya estamos metidos en un nuevo modelo de ocio. la tele -en general- no está muerta pero huele como una windows instalada hace más de un año: ya puedes sentir el hedor de la descomposición.

el sábado por la noche -o fue el jueves?- la televisión del salón dejó de funcionar. un sonido extraño, unas líneas verdes en la pantalla y ya está. todo aromatizado por el olor del tubo catódico quemado. Parte de mi familia está molesta porque no pueden ver sus películas o series… la verdad es que para mí nada ha cambiado. es cierto que veo las noticias en la televisión… pero la mayor parte de los días no tengo tiempo para ello, así que tan sólo leo un par de periódicos por internet y escucho la radio. respecto al ocio, veo todas mis series en los portátiles, gracias a la magia de la fibra óptica el servicio que me ofrece mi proveedor de televisión se ha convertido en algo anecdótico y el valor de mi televisor ha pasado a ser el de una pantalla grande en que veo mejor mis dvds.

las cosas cambian.

¿cambias tú con ellas?

¿cambias tú antes de que ellas lo hagan?

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2 respuestas a “mi televisión ha muerto… y no [me] importa”

  1. La TV, como artefacto, ha perdido su importancia, pero sólo en la medida en que todavía no han sido capaces de ofrecer al mercado un diseño que esté a la altura de las posibilidades tecnológicas que el desarrollo televisivo marca. En quince años diseñaremos nuestra propia programación y habrá una interactividad total. Mientras los diseños sigan entendiendo la TV asociada a un espacio separado de la conectividad (on line) del hogar y centrándose únicamente en la calidad de la imagen o la adaptación espacial, mal camino para ellos. La TV tiene que empezar a considerarse como pantalla, con todas las exigencias que conlleva, pero manteniendo las evoluciones que han sumado en su historia.

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