vale, el título es un poco capcioso… pero cómo hablamos del tema también lo es.
antes, cuando era mejor persona y menos realista en cuanto al ser humano, creía que las centrales nucleares deberían cerrarse todas de golpe para eitar al mundo la atrocidad de su mera existencia. pero ahora ya no soy un niño y no hago cosas de niños.
pensemos en el consumo eléctrico de cada hogar y de qué partes de nuestra vida depende de que los enchufes sean algo más que dos oscuros agujeritos. no, espera, será más fácil pensar en qué partes de nuestras vidas no necesitan electricidad. quédate con ese mínimo y ponte a ver qué tanto por ciento de esa electricidad se consigue ahora mismo en España por medio de energías no contaminantes.
por eso la decisión que el gobierno tome sobre el posible -dudoso- cierre de la central nuclear de Garoña va a ser muy interesante. sobre todo porque el gobierno del PSOE se ha manifestado en el pasado a favor de ir reduciendo el funcionamiento de los reactores de las ocho centrales que aún están activas en nuestro país con objeto de cerrarlas en el futuro.
España no cuenta aún con ninguna alternativa real a la energía nuclear. ni hay paneles fotovoltaicos en cada tejado, ni un «molino» en cada colina. así que, a no ser que compremos energía a Francia -como si fuera agua-, nos vamos a tener que conformar con las centrales.
claro que las centrales nucleares son peligrosas, y a mí me encantaría que tal peligro no existiera… pero también me gusta cargar mi cámara digital para hacer fotos, calentarme el desayuno en el microondas o que el agua llegue a mi piso sin que yo me pase media hora accionando una bomba de mano para que la presión sea suficiente para subir tres pisos. ah, y también me gusta poder escribir a ordenador y que haya conexión a internet. así que, mentes privilegiadas, seáis quienes seáis, necesitamos una alternativa. o varias.
gracias.
[foto de tapirka]