no me tomes totalmente en serio, pero estoy empezando a odiar a Freud y a desear que alguien le pegue una patada a la fase del espejo, el complejo de castración y el oh-todo-poderoso concepto del falo como centro del universo.

llevo un par de días revisando la aplicación de sus teorías al análisis de cine… y ya estoy necesitado de bicarbonato, tanta es la incomodidad intestinal.

está claro que fue una herramienta de análisis artístico muy útil al introducir un nivel de subtexto que constituyen las relaciones ego-superego. y el cine lleva utilizando esas teorías como base para sus argumentos desde hace muchos años -el cine clásico de Hollywood está plagado de ejemplos- así que es altamente funcional para entender la intención comunicativa de los directores -porque ellos tomaban los escritos de Freud como inspiración- pero de ahí a decir que sirve de modelo explicativo de la psique humana hay un trecho.

personalmente creo que hay teorías mucho más interesantes que no se limitan a los estrechos márgenes dejados por el checo -siempre he creído que era austriaco. claro que no son tan espectaculares – nunca mejor dicho- que las de aquel.

así que, después de ver como gente inteligente se dedica a analizar triángulos amorosos como la sublimación del amor de un hijo por su madre y el odio al padre… me he decidido a hacer público mi hastío freudiano.

[foto de huxleyesque]